En los 19 partidos dirigidos por Voro esta temporada en el Valencia, el equipo de Mestalla ha ganado 33 puntos y estaría clasificado en la quinta posición en la Liga, empatado a puntos con el Villarreal y el Athletic de Bilbao, y a cuatro puntos del cuarto, el Sevilla, que marcaría la raya de la liga de Campeones.

El técnico de L’Alcúdia se hizo cargo del equipo de manera interina cuando el club destituyó a Ayestarán tras perder las cuatro primeras jornadas de Liga. Entonces dirigió al equipo en tres encuentros: dos victorias (Alavés y Leganés) y una derrota (Atlético de Madrid). Entonces, y ante la flamante llegada de un técnico tan reputado como el italiano Cesare Prandelli, no sospechaba Voro que habría de volver al rescate unos meses después. En concreto a finales de diciembre, cuando dimitió inopinadamente Prandelli y el todavía director deportivo, Suso García Pitarch, recurrió otra vez a la mano experta del delegado para salvar los muebles. Lo ha vuelto a hacer. En este periodo desde el 8 de enero, cuando empató 3-3 frente a Osasuna en El Sadar, el Valencia ha ganado siete partidos, ha perdido cinco y ha empatado dos.

Apoyo de los jugadores

El vestuario está claramente a favor de la continuidad de Voro al frente del grupo para la próxima temporada. Ese apoyo exteriorizado de palabra se ha traducido en hechos en las tres últimas jornadas, con tres victorias ante el Deportivo, el Celta y el Granada. Los chicos sienten que Voro ha hecho que vuelvan a sentirse futbolistas. Los ha revalorizado a todos. Desde los jóvenes de la cantera (Carlos Soler y Lato están jugando de cine) pasando por veteranos despreciados por el anterior entrenador (Parejo y Enzo Pérez están disfrutando como niños) e incluso ha conseguido activar a recién llegados como Zaza, oxidados por meses de ostracismo en el West Ham. Los jóvenes vuelven a sentirse valorados (Santi Mina y Medrán brillaron en el Nuevo Los Cármenes) y el único que parece haberse atascado en las últimas jornadas es Orellana. A los jugadores les quedan siete partidos para acabar de convencer al director general, Mateu Alemany, de la conveniencia de firmar a Voro para el próximo curso.

El principal mérito del entrenador de L’Alcúdia es haber obtenido unos resultados notables no de un equipo que venía rodado, con una dinámica positica, sino todo lo contrario. Con una plantilla vapuleada y sin confianza que, con la entrada de Carlos Soler y Zaza, ha conseguido galvanizar.