El tiro y arrastre es un deporte de gran tradición en la Comunitat Valenciana. Las pruebas de «tir i arrossegament», como se denomina en valenciano, consisten en que un caballo cargado con un carro de sacos de arena recorra entre 50 y 60 metros sobre una pista de arena en el menor tiempo posible, aunque no se puede exceder de 5 minutos. Durante el recorrido es obligatorio que el animal se detenga hasta tres veces, momento que se aprovecha para aumentar la carga, peso que puede llegar hasta dos veces el del caballo.

El presidente de la Federació de Tir i Arrosegament, Jesús Máñez, señala que este deporte «comenzó en los años 40 en València. Los tratantes de ganado de aquella época traían los caballos de Navarra y de la Cerdaña para que los labradores los pudieran examinar y comprar para trabajar las tierras. Poco a poco se fue extendiendo esta práctica y así nacieron los concursos de tiro y arrastre».

Las zonas donde más se practica el tiro y arrastre «es en la provincia de València, sobre todo en l´Horta, y en la parte de Castelló es muy habitual una modalidad que se denomina «tir al barquet». En Alicante no hay tanta tradición», afirma Máñez.

Los caballos han de cruzar una pista de arena de 60 metros de largo y tienen que parar tres veces obligatoriamente. Disponen de cinco minutos como máximo cargando el doble del peso del animal. La carga son sacos de arena depositados en un carro. El que más rápido cruza la pista gana. Máñez señala que «hay cinco categorías: caballos más pequeños de hasta 220 kilos, hasta 320 kilos, hasta 420 kilos, hasta 520 kilos y la última que son de más de 520 kilos».

La polémica del maltrato

El tiro y arrastre levanta polémica porque a sus participantes se les acusa de maltratar al caballo. El presidente de la federación argumenta que esa teoría está lejos de la realidad. «La Federación de tiro y arrastre tiene totalmente prohibido el maltrato al caballo. Antes se permitía algún golpe con una vara como estímulo, como motivación. No era un maltrato al animal, pero ahora está prohibido el uso de la vara. No se puede considerar maltrato que un caballo transporte esa carga porque están entrenados para eso y además llevan un exhaustivo control veterinario», se defiende Máñez. Incluso va más lejos al sostener que «con estos caballos pasa como con los toros, si no existiera el tiro y arrastre ya se habrían extinguido. Son animales que no tienen otra utilidad como puede ser el clásico hombre mayor que los utiliza para paseo por la huerta de València, pero esto cada vez pasa menos. Si no fuera por el tiro y arrastre este tipo de caballos al llegar a los dos años y medio serían utilizados para el consumo humano.»

El tiro y arrastre es un deporte que genera negocio como mantiene Jesús Máñez. «El tiro y arrastre y los caballos que se utilizan mueven mucho dinero en pequeñas y medianas empresas a través de almacenes de piensos, la tierra que se trabaja para comer, etc».

El presidente de la federación explica que «tenemos unos concursos federativos y también hay pueblos que organizan pruebas de la liga de la Federación con premios en metálico que aunque no son muy grandes para las cinco categorías que compiten. Los primeros cinco animales puntúan para eta liga federativa».

La presencia femenina en las pruebas de tiro y arrastre es testimonial. No parece un deporte para mujeres dadas las cifras de participantes. «Si que hay mujeres, pero la verdad es que son muy pocas. Hay muchas mujeres aficionadas a este deporte que vienen con sus maridos a ver las pruebas, pero de toda la vida ha sido una práctica de labradores. Pero si hay mujeres federadas y desde luego no están mal vistas por los hombres, por supuesto».

Máñez no cree que sea un deporte en vías de extinción. «Este deporte cada vez va a más porque va saliendo gente joven, sobre todo en la huerta de València. Lo que pasa es que un deporte muy sacrificado porque hay que trabajar diariamente con unos caballos que requieren unos cuidados de su propio dueño, algo muy diferente a lo que pasa con los caballos de carreras o de paseo que están en un centro hípico con una dedicación muy diferente por parte de sus propietarios. Tenemos 600 federados y 900 caballos federados», cuenta el presidente de la federación.

Características especiales

Los caballos dedicados al tiro y arrastre han de reunir una serie de características. «Los caballos más pequeños normalmente provienen de Navarra y los que participan en las categoría más grandes son hispano bretones. Estos últimos son más resistentes. Todos los caballos que participan en tiro y arrastre son machos, las yeguas se utilizan para la reproducción», relata Jesús Máñez.

El mandatario federativo no cree que «sea un deporte caro, es sacrificado. Un caballo de tiro y arrastre trabaja unas dos horas al día durante los 365 días al año. Un caballo puede valer entre 1.600 y 2.000 euros antes de ser domado, después cuando ya está preparado para la competición el precio ya varía».

La edad mínima para competir en este deporte es de tres años. «Para poder participar en una prueba el caballo ha de tener un mínimo de tres años y pueden estar compitiendo hasta los 18 o 20 años», cuenta Máñez.

Las modalidades

TIR AL PILÓ

Gana el caballo que se mantiene más tiempo haciendo fuerza

Consiste en que un caballo es enganchado con unos tirantes, un balancín y un collarón a un peso sujeto al suelo y gana el que mayor tiempo se mantiene haciendo fuerza.

TIR AL GATTiene una variante denominada «la creu»

El «tir a gat» es otra variante. Se trata de enganchar a dos caballos por detrás y deben estirar el uno del otro en sentido contrario, ganando el caballo que arrastre al otro. El «tir al gat» a su vez tiene una variante denominada «la creu» en la que se enganchan cuatro caballos en cruz y gana la prueba el que arrastre hacia su sentido.

TIR AL BARQUETSe practica mucho en Castelló

La otra modalidad es el «tir al barquet», en la que el caballo ha de recorrer el máximo terreno posible en un tiempo determinado mientras arrastra una especie de estructura de hierro con forma de un barquito que va cargado con sacos de arena.