A. P. F., Xàbia

El propietario de un chalé de la Caleta ha cerrado la senda que sube desde la cala hasta los miradores de la Cala Blanca y Caletes y no contento con colocar la valla ha situado carteles con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, otros que rezan «sin salida; vuelta atrás» y otros que avisan de que rebasar la valla es delito penal de allanamiento de morada y está castigado con penas de prisión.

El dueño del chalé valló esta senda tradicional, que el ayuntamiento y los vecinos reivindican como pública, esta pasada semana. La sentencia en la que se ampara tiene fecha del pasado 28 de marzo y rechaza el recurso de súplica interpuesto por el ayuntamiento ante un anterior fallo que ya autorizaba al propietario a cerrar estos terrenos.

Fuentes municipales indicaron ayer que, pese a este último revés judicial, el ayuntamiento no da el litigio por perdido y ya ha recurrido al Tribunal Supremo.

La senda que ha quedado bloqueada es la que sube desde la Caleta hasta el otro camino que une los miradores de la Cala Blanca y Caletes. Este último camino de momento no está cerrado, pero el dueño del chalé también ha colocado un tramo de valla e incluso bloques de hormigón. La estructura parece ideada para poner ahora una puerta e impedir también el paso.

Sendas de toda la vida

Los vecinos que acostumbran a pasear por estas sendas lamentan que el viejo conflicto sobre la titularidad de los terrenos arrecie de nuevo. Estos vecinos insisten en que las sendas son «de toda la vida» y se sorprenden del tono un tanto amenazador que tienen algunos de los carteles colocados por el dueño del chalé. En concreto, el cartel al que aluden es el que cita el artículo del código penal que se refiere al delito de allanamiento de morada. El cartel da a entender que si alguien se atreve a pasar la valla puede «ser castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años». El siguiente párrafo señala que si el allanamiento fuera «con violencia e intimidación», «la pena será de prisión de uno a cuatro años».

Hace dos veranos el propietario del chalé ya cerró con un muro las sendas de la Caleta. Los vecinos convocaron incluso una manifestación en defensa del uso público del camino. La protesta terminó con el derribo con picos y mazas de los muros de obra.

Desde entonces, el conflicto ha continuado en los tribunales y ahora, con la última sentencia del TSJ, el propietario del chalé se ha sentido fuerte para volver a cerrar la senda que sube desde las calas y colocar vallas en los terrenos que reivindica como suyos.

Así, el litigio de la Caleta toma otra vez fuerza y, como ya ocurrió hace dos años, lo hace en pleno verano y cuando esta atractiva zona de baño está repleta de vecinos y turistas.