A. P. F., Xàbia

Un mes después de que el alcalde de Xàbia, Eduardo Monfort, se comprometiera en un pleno a ordenar el cierre inmediato del vertedero ilegal situado junto al cauce del río Gorgos, el basurero sigue a pleno rendimiento y los vecinos advierten de que cada vez se acumula más cantidad de residuos.

La asociación de Fontarroges-Verde, que agrupa a los residentes de la zona, no quiere que el ayuntamiento se excude en que el vertedero ilegal es la única alternativa para dar salida a los desechos de construcción y restos verdes que se generan en Xàbia. De ahí que este colectivo haya contratado a un técnico de medio ambiente que elabore un estudio sobre el tratamiento de estos residuos.

La asociación presentará luego el estudio en el consistorio para que los ediles tomen buena nota y sepan que la peor solución es siempre hacer la vista gorda ante un vertedero ilegal y su negativo impacto ambiental y paisajístico.

Sara Fernández, de la asociación de Fontarroges-Verde, afirmó ayer que la actividad en el vertedero incluso es ahora más intensa. Es posible que a las empresa que lo gestionan les hayan llegado comentarios de su posible cierre y trabajen a contrarreloj.

Los vecinos desde el primer día que empezó a funcionar este basurero ilegal -hace ya más de cuatro meses- han denunciado que está en el ámbito del PORN (Plan de Ordenación de Recursos Naturales) del Montgó y en unos terrenos afectados por la suspensión de licencias. El vertedero se halla junto al cauce del río Gorgos y los vecinos temen que pueda contaminar los acuíferos.

El técnico de medio ambiente que está realizando el estudio de tratamiento de los residuos es Hugo Santos. Este experto explicó ayer que son las propias empresas las que deben «separar en origen» los distintos tipos de residuos. Las empresas de contenedores deberían, por tanto, regular que sus clientes arrojen en diferentes contenedores los restos verdes, los escombros y cascotes de construcción y los residuos voluminosos.

Si los residuos están separados, las mercantiles no tendrán ningún problema en llevarlos al vertedero legal de la Garganta de Gata (Teulada) o al de residuos verdes de Benissa. Además, el ayuntamiento debería controlar que las empresas separen en origen los residuos. Y otra obligación del consistorio es crear, de una vez por todas, un ecoparque.

Mientras tanto, los vecinos de Fontarroges-Verde exigen que se clausure el vertedero ilegal y que se regenere la zona. Estos residentes han elaborado también un proyecto para convertir la ribera del Gorgos en una ruta verde que reivindique el gran valor ecológico de la cuenca del río.