El lenguaje político ha llegado a unos niveles obscenos y ciertamente preocupantes. Durante la presentación del libro "La clase obrera no va al paraíso", el líder de Podemos, Pablo Iglesias, tras reiterar que se sentía orgulloso de ser hijo de obreros, dijo que utilizaba la tribuna para "cagarse en los muertos" de los señoritos y citó la película de Mario Camus, "Los Santos inocentes", basada en la novela homónima de Miguel Delibes, para referirse a la explotación que sufre la clase trabajadora. La novela de Delibes refleja como ninguna otra obra de la literatura española, el caciquismo de la época. Un periodo de nuestra historia reciente felizmente superado.

Me había prometido a mi mismo no dedicar ni un segundo más de mi tiempo a tan insigne personaje de la nueva política española. Pero la magnitud de la canallada que ha dicho debe servirnos de reflexión sobre el clima tan atroz de odio y revanchismo que está sembrando en la sociedad española.