La banda terrorista ETA ha anunciando su desarme total, poniendo fin a una de las etapas más sanguinarias y terroríficas de la reciente historia de España, con casi mil muertos a sus espaldas y centenares de heridos.

Será el próximo 8 de abril cuando diga a un grupo de observadores internacionales, donde se encuentran los zulos con explosivos y armamento que la banda tiene aún en su poder.

Sin embargo, en este deseado anuncio que todos los demócratas estábamos esperando desde que ETA anunciara un alto el fuego unilateral el 20 de octubre de 2011, se ha echado en falta que junto a la entrega de armas hubiera anunciado también su completa disolución.

El lehendakari Iñigo Urkullu ha reclamado al presidente Mariano Rajoy "altura de miras", tras conocerse el comunicado de la banda terrorista en una clara alusión a la política penitenciaria, pero la disolución de ETA no se ha producido y el Estado tiene que seguir estando vigilante y haciendo cumplir la ley porque todavía quedan muchos asesinatos por resolver y ante todo está la memoria de las víctimas.