Todo parece indicar que habrá presupuestos. Rajoy puede respirar aliviado. Al menos, de momento, si no prospera, claro, la moción de censura que quiere presentar Unidos Podemos. A los votos afirmativos de Ciudadanos y Coalición Canaria, se sumará en las próximas horas el PNV, que sigue negociando contra reloj mas competencias y mayores cotas de autogobierno para Euskadi, a cambio del voto afirmativo de sus cinco diputados nacionalistas a las cuentas públicas. Nada es gratis y menos en política.

Una situación que pospone, de momento, el escenario de elecciones anticipadas, que algunos presagiaban y que, por otro lado, dan un balón de oxígeno a Mariano Rajoy.

El PNV se ha hecho de rogar hasta el último momento, pero han sido muy hábiles en la negociación. Sabían que sin ellos era imposible sacar adelante los presupuestos y han aprovechado la debilidad de un gobierno en minoría, acosado por innumerables casos de corrupción para cerrar un buen acuerdo para Euskadi en materia de inversiones y de transferencias. Las que ya tenían, más las que les pueden llegar ahora. En total: 5.000 millones de euros.

Votaron en contra de la investidura de Mariano Rajoy, y, sin embargo, son imprescindibles para la gobernabilidad del país. Han jugado bien su baza de oposición y de aliado de gobierno.

No han tenido la misma suerte otras CCAA, como la valenciana, que ha visto reducir las inversiones un 33% y nos coloca como la autonomía con menos inversión por habitante, situándonos en el furgón de cola de las regiones más prósperas.