Pedro Sánchez da ahora marcha atrás a su eventual alianza con Podemos, que viene anunciando a bombo y platillo, desde que reconoció su error de no haber pactado con la formación morada. Se nota que se aproximan las primarias y quiere arañar votos como sea, en detrimento de la candidatura mejor posicionada en estos momentos, como es la de Susana Díaz, que se postula como la futura secretaria general del partido.

Sánchez quiere romper con esa etiqueta de "izquierdista radical" que se ha granjeado a pulso desde que dimitió como secretario general. Una etapa muy poco fructífera. No sólo en términos electorales sino también de división interna del partido.

El señor Sánchez no tiene ninguna credibilidad porque dice una cosa y la contraria. No es serio que un día diga que busca el apoyo de Podemos, los mismos que le dijeron No cuando se presentó a la investidura para presidente del Gobierno o soltaron lo de la cal viva en el Congreso de los Diputados, y al día siguiente quiera alejarse de los pactos con la formación de Pablo Iglesias. ¿Cuándo le debemos creer? Mi opinión personal es que aparca de momento esa posible alianza con Podemos para que Susana Díaz no la utilice como argumentario de su campaña contra él.

Tanto Patxi López como Susana Díaz, son firmes y serios en sus propuestas programáticas, sobre todo, de unidad de los socialistas. Ambos tienen una idea muy clara de hacia dónde debe de ir el PSOE y España, sin ningún tipo de ataduras con los populismos que lo lastren al abismo: Volver a ser una alternativa de Gobierno, recuperar la ilusión de los militantes y votantes socialistas y ganar las próximas elecciones generales.