El PSOE debería dedicarse a hacer una oposición seria y responsable como ha hecho siempre que no ha gobernado y no a convertirse en la muletilla de Podemos.

A este país le sobra mucha crispación y le falta mano tendida y consenso. Solo hubo que ver el debate del otro día en el Congreso de los Diputados, donde se aprobó la derogación de la prisión permanente revisable para ver el tono que emplearon sus señorías en una cuestión tan sensible como esta, después del trágico suceso que ha conmocionado a toda España, con la muerte del pequeño Gabriel.

Algunos diputados como Carolina Descansa han pedido perdón a los familiares de las víctimas y a la sociedad española en general ,por el tono bronco que presidió el debate sobre la prisión permanente revisable y no haber sabido estar a la altura de la dignidad de las víctimas. Unas disculpas que son de agradecer.

Los padres de Diana Quer, Marta del Castillo o Mari Luz Cortés, que han recogido más de dos millones de firmas para que no se derogue esta ley y que se encontraban en la tribuna de invitados no daban crédito a lo que estaban escuchando. Y no es para menos, después del bochornoso espectáculo que dieron todos, tratando de sacar provecho electoralista con el dolor de las víctimas.