Este domingo es la Crida, el pregón que inicia las Fallas de Valencia. Como siempre, miles de falleros se congregarán delante de las Torres de Serrano para disfrutar del espectáculo (este año de Maduixa Teatre y pirotecnia de RICASA), escuchar el discurso de Rita Barberá y de la fallera mayor de Valencia, Sandra Muñoz, animando a que falleros y visitantes se lo pasen muy bien en estas fiestas falleras.
Y este año, desde luego, hace falta esa animación. Aunque muchos no lo crean, los falleros tienen un gran poder en Valencia por su repercusión social e internacional, y como decÃan en el primer capÃtulo de Spiderman, un gran poder implica una gran responsabilidad. Dado que hoy en dÃa Valencia es más conocida por los chanchullos de unos cuantos polÃticos, los derroches en grandes fastos, los recortes en servicios básicos, los policÃas que pegan a estudiantes de secundaria y otros asuntos poco agradables, las fiestas de las Fallas tienen que compensarlo demostrando al mundo que Valencia no es sólo aquello, sino que sigue siendo un lugar donde dÃa a dÃa se lucha por la ilusión de plantar una falla, por pasarlo bien, por ayudar a los demás como hacen cada vez más comisiones, y por ser crÃticos y satÃricos con la realidad que nos rodea (recurso que ayuda a superar los malos tragos). En definitiva, los falleros tenemos en nuestra mano ayudar a mejorar la imagen de nuestra tierra con nuestra actividad de siempre, admirada en numerosos rincones del mundo. Y aprovechemos los medios de comunicación, prensa, radio, televisión e Internet, para que la difusión de la alegrÃa de las Fallas llegue a cuantos más lugares mejor.
Resumiendo: los falleros podemos hacer mucho por Valencia, y en estos momentos hace mucha falta. Pongamos nuestro granito de arena para que la imagen de nuestra ciudad sea la mejor, y que el daño que están haciendo algunos polÃticos valencianos a la misma pase a un segundo plano. Es una responsabilidad, al menos moral.