­A pesar de que hay carreras para dar y vender, hay costumbres que no cambian. Y una de ellas es que el circuito de la ciudad de Valencia crezca y crezca. Por eso, ayer, en la carrera de los barrios de San Marcelino y San Isidro, hubo más corredores que el año pasado. Es la única prueba «montañosa» de esta serie y los no habituales se pusieron a prueba con los dos viaductos sobre las vías del tren. En la meta, el Cárnicas Serrano se apuntó a su particular rutina: ganar y si puede ser doblar, mejor. Mohamed Mohattane volvió a demostrar lo acertado de su fichaje y Marta Esteban, a estos niveles, es intratable. Hasta 4417 corredores, cerrados por la asociacion Acavall, completaron los seis kilómetros.

El próximo fin de semana es de auténtica locura, con pruebas para todos los gustos. Los platos fuertes serán el sábado el medio maratón de Cheste y el domingo la Crazy Race de Moncada y el 10K Divina Pastora Avapace de Burjassot.