Cuando en 1967 Katherine Switzer corrió en la Maratón de Boston se inscribió con nombre falso, ya que en estas carreras las mujeres estaban vetadas. Se consideraba que no tenían la fortaleza necesaria para recorrer los 42.195 metros de esta carrera. Switzer completó la prueba en 4:20. Fue la primera mujer en conseguirlo. La pionera. La que abrió el camino. Hoy las calles están abarrotadas de mujeres que en cada kilómetro que recorren demuestran que aquella prohibición era fruto de prejuicios machistas.

Con motivo de la 25 edición del Medio Maratón de Valencia, Levante EMV ha reunido seis mujeres que entrenan duro para conseguir una misma meta. Cada una de una edad y situación diferentes, con una historia propia, pero una pasión en común: el «running».

Carmen Moragón empezó a correr para perder peso y ponerse en forma. A día de hoy, correr es para ella una necesidad. «Me gustaría tener más tiempo para practicar. Mi pareja comparte mi pasión y, con su apoyo, consigo sacar tiempo para entrenar», cuenta Carmen. Para ella este deporte es muy igualitario y no percibe discriminación, pese a que considere que «en los medios de comunicación no se da visibilidad a los logros de las mujeres». Su próximo reto es la Media Maratón de Castellón.

Para Lorena Pons, correr ha supuesto «un antes y un después en mi manera de superar las cosas, un cambio a nivel personal, practicar este deporte me ha ayudado a superarme y a mantenerme activa y feliz». Pons iempre encuentra un hueco para correr, lo llama «psicorunning», imprescindible en su rutina. Para Lorena la integración femenina en el atletismo es «total». Opina que «poco a poco se va viendo que las mujeres nos vamos haciendo un hueco en primera línea de cada carrera, ya no nos da miedo ningún desafío».

Carmen Rodriguez empezó a correr por afición, pero pronto destacó haciendo podio en diferentes carrera. Tiene un amplio palmarés. Para ella las mujeres tienen mucho que aportar a este deporte: «color, diversión, ilusión, motivación, esfuerzo, coraje, tesón». Pese a ser habitual en los primeros puestos de las carreras, corre porque considera el atletismo «una desintoxicación del trabajo, liberación de estrés... un estilo de vida,en el que conoces gente maravillosa». Para ella es patente la importancia que está cobrando la mujer en este deporte en datos como «el peso que las principales firmas de ropa deportiva están dando a sus productos sobre todo al público femenino».

Ana Miñana vio el año pasado frustrada su ilusión de correr su primera maratón debido porque no pudo entrenar lo suficiente. En noviembre correrá su deseada Maratón, gracias al apoyo de su familia. «Tengo que llevarlo todo hacia delante: trabajo, familia, amigos... no me puedo permitir el lujo de dejarme cosas pendientes, tengo que dedicarme al 100% en cada parcela que desarrollo». Cuando se calza las zapatillas se libera: «cuando corro no me molesta nadie, es mi espacio privado». Ana destaca el hecho de que «éste año en la Media Maratón de Valencia ya representamos el 20% de los corredores inscritos».

Betty Marco es la atleta más veterana de las seis. La valenciana destaca la importancia de «estar en un equipo donde te apoyan y te recuerdan que tu puedes». Para Betty esto es «una forma de superación, además de hacerme sentir emociones excepcionales al cruzar una meta». Para compatibilizar su afición con su familia agradece «contar con mi marido», así como su buena organización. Lo que más destaca de este deporte es su accesibilidad: «correr es algo que tienes muy fácil te calzas unas zapatillas y bajas al rio».

Consuelo, madre de dos hijos, ha conseguido «que el pequeño se aficione a correr conmigo y compartir ratos de ocio con él». Participarán juntos. Poco a poco se enganchó a sumar kilómetros: «empecé corriendo 5 minutos y el domingo voy a por los 20 km».

Cada una de ellas parte de un puesto diferente pero con una misma meta: la superación. El «running» es para ellas una forma de vida, que no entiende de géneros. Switzer puso la primera piedra, mujeres como ellas siguen trabajando en la construcción de este precioso monumento.