El Maratón Valencia Trinidad Alfonso bate récords de participación y la ciudad lo va a notar económicamente. La mayoría de hoteles de la ciudad y municipios como Alboraia bordean ahora mismo el 90 % o el 95 % de ocupación, y afrontan los últimos días con la esperanza de llenar sus plazas: todo un regalo en un fin de semana fuera de temporada.
La afluencia ante la cita deportiva del próximo domingo será masiva. Entre la carrera de 42 kilómetros y la 10K se citarán en Valencia más de cinco mil atletas y corredores populares extranjeros y cerca de 8.300 procedentes de toda España, sin incluir la provincia de Valencia, según los datos de inscripción.
A ellos se suman familiares y amigos que pueden situar en 50.000 personas la invasión runner que la ciudad vivirá este domingo y los días previos. El maratón ha terminado por convertirse en un gran evento de fin de semana.
Si se aplican los patrones de gasto diario, número de acompañantes de cada corredor y días de estancia que se dieron el pasado año, la cita de este año podría dejar en Valencia 12,7 millones. En 2014, fueron 10 millones, según el informe de impacto económico elaborado por el IVIE a partir de una amplia encuesta. El incremento se situaría en un 27%, aproximadamente.
Y el sector servicios se frota las manos. La agencia de viajes oficial del Maratón no da abasto. «Nos quedan unas 30 habitaciones», afirmaban en Viajes Transvia esta semana. Medio centenar de hoteles de la capital han delegado en esta agencia la gestión de reservas para corredores y grupos. Unas 1.650 personas ya han utilizado este canal para realizar sus reservas.
Los hoteleros han adaptado menús y horarios para los corredores. Los desayunos comenzarán a servirse a las seis y media de la mañana. También han retrasado la hora de salida (check out) hasta las cuatro de la tarde. «Hemos preparado un buffet para cenar a base de hidratos», añaden desde otro hotel que se encuentra en pleno recorrido, al 95% de capacidad. «De momento, la ocupación mejora un 40% respecto a un fin de semana de esta época. Es un evento deportivo que aña tras año se consolida como una cita importante desde el punto de vista turístico», valora Luis Martí, de la patronal hotelera.
Las reservas están hechas en algunos casos desde diciembre pasado. Clubs como el Urban Runner de Alicante (104 inscritos, el tercero) han cerrado paquetes de cama, cena, desayuno y comida por 113 euros en un hotel de cinco estrellas.
Cada año el efecto sobre el sector servicios de la ciudad es mayor y más diverso. Los restaurantes están ofreciendo menús particulares para los corredores, que los días previos a una prueba cuidan la alimentación de forma particular. José Palacios, responsable de restaurantes de la Federación de Hostelería, destaca: «Para nosotros representa una muy buena oportunidad. Viene mucha gente a participar, con las familias. Se ofrecen servicios especializados para este visitante». Diversos locales señalizarán sus fachadas con distintivos de «Valencia Ciudad del Running». Ofrecen una carta con propuestas específicas a la dieta deportiva.
También es una oportunidad para el turismo gastronómico. Algunos cocineros estrella Michelín, como Javier Andrés, han creado un «Running Brunch» sano, variado y creativo de horario amplio que servirá el domingo en sus restaurantes. El «chef» valenciano Ricard Camarena también participa en los actos surgidos alrededor de la carrera y ofrecerá la víspera de la carrera un curso de cocina cardiosaludable para todos los públicos. Como Quique Dacosta, que dará una charla el sábado la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
El maná del maratón también llega al pequeño comercio. La Fundación Trinidad Alfonso y los comerciantes del centro histórico de Valencia han creado la iniciativa «Valencia Shopping Run»: el viernes y sábado buscarán atraer a los visitantes con descuentos del 25 % y regalos. El Maratón también hace correr a la economía de la ciudad.
