Un año más, y van 63, la Volta a Peu a Valencia sirvió para goce y disfrute de miles de personas y para que cada uno de los participantes viviera la emoción de correr la madre de todas las carreras.

Fueron 14.132 los atletas que lucieron un dorsal en el pecho y unos cuantos más los que, por desgracia, no lo hicieron. Hubo abrazos, lloros, gritos de alegría, bautismos atléticos, colegios, familias, clubes. Sería difícil encontrar una calle de Valencia sin un corredor presente en esta carrera. Hablemos de algunos de ellos.

José Sancho es invidente total de la ONCE, cuenta con 75 años, y ha corrido las últimas 30 ediciones de esta carrera.

Cristina García es la presidente de Tetra Sport, un club que acoge a atletas que participan en sillas de ruedas o que padecen alguna minusvalía. Cristina tiene unos ojos que hablan de ilusiones, proyectos, pasión por la vida.

Xavi Lluch y Enrique Frechina son profesores y ayer no pudieron tomar parte, muy a su pesar suyo. Dos personas excepcionales por su manera de interpretar la vida a través de la carrera.

Abdelhadi Habassa, el ganador, 40 años, posee un palmarés excepcional 7º en los mundiales de cross y 1.01,02 en media maratón.

Abderrahman Ait, tercer clasificado, fue medalla de plata en el 1.500 en las Paralimpiadas de Pekín y posee el récord de Europa en maratón de atletas con discapacidad de pérdida de un brazo. Ayman Sittou, segundo clasificado, atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Genial.

La olímpica Isabel Checa, ganadora por segundo año consecutivo, es una de esas excepcionales personas que este deporte es capaz de engendrar.

Nguyen Hue, Segunda clasificada, nació en Mallorca, su familia vino huyendo de la guerra de Vietnam. En la Vall d´Albaida es un icono del atletismo femenino. La atleta del Correcaminos Lucía Espada vive una segunda primavera y finalizó tercera

Y de esa primavera que vivimos ahora en Valencia esta edición de la Volta a Peu es un buen testimonio. Ayer la Albereda de Valencia unió el deporte con el saber. La feria de la educación y la fiesta de la carrera se dieron la mano. De nuevo el «mens sana y el corpore sano» estrecharon sus manos. De nuevo el deporte y el conocimiento se fundieron en una misma entidad.

Chantal, una participante francesa lo resume así: «Valencia es una ciudad increíble». Raimundo, el último clasificado, en 1 hora con 45 minutos, de 85 años de edad, comentó correr en Valencia es una maravilla.

Joan Luis Vives, el valenciano más ilustre de todos los tiempos, un gran jugador de pelota y abogado defensor de la igualdad entre hombre y mujeres, seguro que se congratula de que Valencia una la tolerancia, el respeto y la superación personal en una gran primavera.