El Medio Maratón Trinidad Alfonso EDP de Valencia acogerá el próximo domingo día 20 a más de un 24 % de extranjeros, un grupo cada vez más numeroso por las bondades que ofrece la prueba en todas sus vertientes. Corredores de Centroeuropa, especialmente, se animan a participar en la carrera y, de paso, a hacer turismo en una ciudad de moda. Susana Laliga y su novio, Olivier, están incluidos entre los foráneos. Es lógico: los dos nacieron en Francia. Su perfil, sin embargo, está a medias entre los que son aquí y los de allá. Susana nació en Francia, pero lleva sangre valenciana. Sus padres son de Russafa y tienen casa en la ciudad. Ella ya corrió la prueba del año pasado, pero este lo hará con una motivación extra. «Vengo con mi pareja, que nunca ha estado aquí, a correrla juntos. Voy a presumir de la mejor manera de la ciudad más hermosa del mundo», explica Susana, azafata de vuelo de Air France.

Manolo Laliga emigró a Francia en 1971, nada más casarse, en busca de una vida mejor. No le costó encontrar un buen trabajo de camionero y se instaló, junto a su mujer, Conchi, en París. En la capital francesa nació Susana. Hace unos años empezó a correr y ha seguido el proceso de todo atleta popular. «Primero una carrera de 5 kilómetros, luego una de 10, la media y el maratón. He corrido 2 veces el de París. Pero lo que me pide el cuerpo es el Maratón de València, que quiero hacerlo en 2018. Sería la apoteosis», explica orgullosa.

Susana corrió sola la media distancia de València el año pasado. Lo hizo en un tiempo discreto, sin prisas, disfrutando del escenario. De su ciudad. «Vengo de vez en cuando: en Fallas, en vacaciones, algún puente», afirma la atleta. «Pero el medio maratón es increíble, por la animación y por el sol. No hay mejor sitio para correr que València», asegura.