P ¿Cuándo empezó a correr?
R Con 6 años quise correr la Volta a Peu en categoría de niños, pero no me dejaron. Al año siguiente, con 7, la hice y quedé quinta. Me gustaba mucho el baloncesto y la gimnasia, pero me decanté por el atletismo. Mi hermano estaba en la sección de atletismo del VCF y eso influyó. Con 12 ya corría con el colegio Marianistas y con Rafa Blanquer. Salía a la Alameda, kilómetro arriba kilómetro abajo, con un amigo de la familia (Toni Egea). A los 11 años corrí mi primera Volta a Peu de 8 kilómetros y terminé toda sofocada.
P¿Como entró en el atletismo de élite?
R Me introduce Blanquer y me dice que lo mejor es empezar con distancias cortas: 300 y 800 metros, aunque al final acabé en el maratón.
P ¿Por qué?
R Porque me encantaba la larga distancia. Pero me defendía muy bien en los 300 metros, con una marca de 42 segundos, y en los 1.500 (4:16). Me gustaba mucho el cross, estuve en dos campeonatos del mundo, entre las 30 primeras, y luego ya me lancé al maratón. En el Mundial de Edmonton quedé la 28. Había hecho 2.32 en Rótterdam y la mínima para el Mundial era 2.33. A partir de ahí, una lesión me hace cambiar planes y me lanzo a las carreras de montaña. Es cuando voy a 4 campeonatos de Europa, con un quinto puesto, y consigo 3 campeonatos de España.
P Entonces, entrenaban «largos» pocas mujeres en Valencia.
R Poquísimas. Dulce Albors y yo y poco más. Dulce también entrenaba con Blanquer y me vino muy bien. Me acompañada a los entrenamientos por el río. Era mi referencia.
P ¿Le decían algo en la calle?
R Sí, pero te da igual. «Un, dos; un dos» y cosas así. Resulta que esa gente (sonríe) es la que corre ahora. Los que se reían en aquel momento, ahora están corriendo populares. Recuerdo que, por ejemplo, la gente que nos veía correr la Volta a Peu en l´Eliana desde las terracitas, en verano, muchos corren hoy.
P Ganó más de 200 carreras, entre ellas varias San Silvestres.
R Era la que más me gustaba, la corría todos los años. Corrí 25 consecutivas. Es una carrera especial.
P ¿Recuerda su marca en los 1.000 metros (prueba obligada en la clase de «gimnasia») de niña?
R Los corrí en 3.15 en la primera olimpiada de los Marianistas a la que fui, con 11 años. Mi mejor marca fue 3:02. Las marcas hay que buscarlas a largo plazo, no de muy joven. Hay que llevar una progresión y entrenamientos acorde a la edad que tienes.
P Explíqueme exactamente qué es el Team 3FDC
R Un grupo de amigos que quieren correr y divertirse, en el que el objetivo no es ser campeón del mundo, sino ir poniéndose metas y disfrutar de la progresión en un buen ambiente, con mucho componente social.
P ¿Cuál es el perfil del «alumno» que llega al equipo?
R Una persona de más de 40 años que o bien practicaba algún deporte de joven y quiere volver a estar activo o bien el que nunca ha hecho nada. Para todos es motivante porque van mejorando.
P ¿Qué porcentaje de mujeres hay en el grupo?
R Un 40%, pero a los entrenamientos vienen más las mujeres que los hombres (sonríe).
P En las carreras de hasta 10 kilómetros, el porcentaje femenino llega casi al 50%, pero en el maratón todavía no supera el 14%.
R Porque todavía nos falta. Pero yo miro atrás, y hemos avanzado muchísimo. Cuando mi padre me llevó a ver el primer maratón de València, a su paso por El Saler, podía haber 5 mujeres. Ahora ves más de 3.000. En 4 o 5 años estaremos hablando, seguro, de un 30%. En el Maratón de Boston la participación está igualada, pero allí el concepto es distinto. No se cierra el plazo en 5 horas. Mucha gente se apunta sólo con el fin de terminar, aunque sea en 8 horas.
P ¿Cuál es el plazo medio para un corredor popular, de unos 45 años edad, desde que llega a su equipo hasta que corre el maratón?
R Depende. Hay gente que viene preparada y otra no. Mínimo tiene que ser un año. Normalmente es mucho más tiempo, por lo menos un par de años.
P ¿Hay gente que se lo deja?
R Sí, por obligaciones familiares o por trabajo, o porque no lo ha cogido muy en serio al principio, y otros a los 2 o 3 años buscan otras motivaciones como el triatlón. La carrera está muy bien, porque requiere poco tiempo y poco material, pero a la vez es más lesiva. La gente se engancha con las opciones que tenemos, como el triatlón.
P ¿El triatlón es el deporte popular del futuro?
R Va a más. La gente que empieza con el running ve, cuando termina el maratón en noviembre, que quiere otras metas para ponerse entre abril y junio. Nuestro grupo está creciendo mucho. En las salidas en bici de los domingos, curiosamente, a veces también somos más mujeres.
P Usted ganó una Quebrantahuesos.
R Sí, siendo atleta no podía hacer otros deportes. Cuando lo dejé, me subí a la bici porque siempre me gustó el ciclismo. A los 6 meses estaba corriendo una Quebrantahuesos. Hice tres segundos puestos y a la cuarta conseguí ganarla.
P ¿Cree que hay dopaje en el atletismo popular?
R Supongo que sí. En mi equipo no (bromea), mis mejores corredores son dos atletas con 2.43 ¿Si hay? La verdad es que no tiene sentido, y menos en el popular porque no hay dinero de por medio.
P Si no tuviésemos el viejo cauce en València, ¿correríamos tanto?
R No. Por las tardes, a una hora punta, sobre las 19.30, es increíble. Eso no se ve en ningún lugar de España. Los que vienen de fuera, alucinan. Tenemos un carril, el 5K,además, fantástico. Yo corro por ahí porque está muy bien cuidado. València es una ciudad ideal para correr. Antes teníamos los Viveros y la Alameda, no había otra cosa.
P ¿Corre mañana la Carrera de la Dona?
R No, porque tengo una lesión. Echo bastante de menos hacer carreras. Corrí las 4 primeras.
P ¿Cómo una prueba que es sólo para mujeres?
R Es una manera de ayudar a las mujeres a empezar en el running, igual que en el triatlón con el Triatlón de la Mujer. Y les da visibilidad.
P ¿Sigue viendo machismo en el deporte?
R Yo no he tenido la sensación de que hubiese machismo en mi deporte, porque es mixto, pero en otros deportes como el fútbol o baloncesto está más agudizado. O el ciclismo. No tiene nada que ver. No hay una Vuelta de España de mujeres. Ha mejorado muchísimo, pero el proceso es lento. La evolución es evidente, pero en los puestos directivos, en las federaciones, prácticamente todos los presidentes son hombres. También hay más entrenadores que entrenadoras.
