Los márgenes de edad de las corredoras de la Carrera de la Dona son muy grandes. Desde niñas de 10 años, capaces de cubrir todo el recorrido, hasta mujeres que superan la octava década de la vida. La palabra «octogenaria» ha quedado desfasada. Hoy, tener más de 80 años, no tiene nada que ver con serlo en el siglo pasado. Que se lo digan a Catalina, «Cati» para las amigas, que ayer corrió el último tramo de la carrera con 85 años y llegó tan fresca a la línea de meta. «Tengo 85 años y estoy en forma, y podría seguir corriendo más kilómetros si hiciese falta», dijo con una energía desbordante. Cati es bisabuela.

Junto a ellas corrieron la jovencita Claudia y Paqui, otra de las mujeres que superó un cáncer de mama. Hace 11 años. «La corro porque somos unas campeonas. Hemos salido de esto y podemos salir de todo», aseguró muy contenta. El año que viene piensan repetir. Y al siguiente, y al siguiente....