A propósito del artículo publicado en Levante-EMV el lunes 7 de agosto con el titular «Arquitectos y vendedores ultiman una alternativa para peatonalizar el entorno del Mercado Central», me llama la atención que no se haga referencia a los vecinos (residentes) de la zona. Da la impresión de que, una vez más, no se tiene en cuenta lo que quieren los valencianos que viven en ese entorno. Del diseño de las calles (peatonalización) posiblemente va a resultar un cambio en sus vidas importante. El desprecio del que, en general, los ayuntamientos hacen gala respecto a sus vecinos , es lo que puede definirse como caciquismo, tanto más sangrante cuanto que se hace «en nombre de la democracia». Es cada vez más evidente que la señora Barberá quiere convertir a Valencia en un parque temático a mayor gloria de sus amigos constructores de hoteles y beneficiarios de su arrendamiento a cadenas hoteleras, caiga quien caiga. Si queremos defendernos de ella y de su ejemplo en otros municipios, habrá que cambiar de alcaldesa y con ella de todo su entorno.