Así lo he podido comprobar en mis propias carnes. Me explico:la Diputación de Valencia, en colaboración con la Fundación Universidad-Empresa de la Universitat de València, convocó a principios de la primavera 90 prácticas formativas en ayuntamientos destinadas a estudiantes universitarios. Dichas prácticas tenían una duración de 300 horas y contaban con un máximo de 1500 € de beca. Mi hija, estudiante de 3º de Pedagogía, presentó toda la documentación correspondiente en tiempo y forma para realizar las prácticas en el Grupo Municipal de EUPV del Ayuntamiento de Valencia. Anteriormente hizo gestiones para realizarlas en la Junta Municipal de Exposición. Al poco tiempo le contestaron que toda la documentación era correcta pero que no estaba entre las 90 primeras solicitudes, por tanto no podía optar a las prácticas renumeradas, pero si lo deseaba podía realizarlas de igual manera pero sin renumeración.

Evidentemente no es lo mismo cobrar que no cobrar. A nadie le amarga un dulce. Pero mi hija contestó que quería hacer las prácticas de igual manera, cosa que yo como padre me enorgullezco. Le informaron desde ADEIT que ya le llamarían, y así fueron pasando los días y las semanas. Mi hija no obstante se desplazó por dos veces a la sede de dicho organismo, situado cerca de la Plaza Redonda, y las dos veces tuvo la misma respuesta:Ya te llamaremos. Las prácticas debían desarrollarse entre abril y septiembre, y estamos a 19 de agosto. Esta es ni más ni menos que la política de formación que desarrolla el PP. Y luego decimos que los jóvenes no tienen ganas de trabajar.