Ha transcurrido un lustro desde que se celebrara en Valencia La Copa América, pero la situación sigue igual que si fuese a volver a celebrarse mañana. El Puerto está asediado por búnkeres que se montaron para celebrar dicho evento y su uso era para los regatistas y como tiendas de ropa deportiva. Se le pidió a la alcaldesa de Valencia que desmontara todos aquellos cajones pero parece que no se ha tenido tiempo todavía. La descoordinación entre las personas encargadas de estos macroespectáculos deja mucho que desear. El Puerto es un espacio libre que no tendría que estar restringido, vallado o cortado. Más que un Puerto parece una cárcel. Antaño, la gente paseaba porque era zona de paseo por las tardes. La dársena es otro ejemplo de abandono, pero a las autoridades no parece preocuparles que la ente que suele practicar con patines pueda sufrir un accidente. ¿Quién sería el responsable? Matilde Bartual. Valencia