El señor García Candau escribía el pasado 3 de noviembre un artículo titulado «España, unidad de destino en lo universal», en el que repasaba la escuela durante el franquismo.. Yo, con 35 años en la enseñanza primaria, hice siempre lo que quise. Jamás se metió nadie conmigo: llevar los niños a misa era tarea de los padres. Dar el catecismo, era tarea del cura. Teníamos que hacer un informe sobre la Falange y Espíritu Nacional y entregarlos mensualmente, pero jamás mandé alguno, ni los hice. Cantar el «Cara al Sol», jamás ni con el brazo arriba ni abajo. Nunca.

Cuando comenta «una unidad de destino en lo universal» o por el «imperio hacia Dios», ¿por qué no? Así fue con Felipe II y Carlos I y los Reyes Católicos.

En cuanto a los libros, estaba la enciclopedia Dalmau Carles y la de Álvarez. Con las enciclopedias y el trabajo del maestro se aprendía y mucho y no con la mochila llena de libros. Tuve la suerte de tener un extraordinario Ministro de Educación, José Luis Villar Palasí.

Cuando se publicó la LOGSE en tiempos de Felipe González, dimití como director en el Colegio Público de Bétera; no quería ser cómplice de un fraude educativo, económico y social como así ha sido. Muchos chavales en cultura y formación son los últimos de la UE. ¿Qué pasa en las sscuelas de España?

En cuando a la Sección Femenina, la tuve cuando era director de los Isidros de Requena. Ellas hacían su trabajo muy bien, pero les dije antes lo que no debían hacer: de pololos, nada.