Francisco Marhuenda, director del periódico La Razón, con su acostumbrada forma de falta de respeto al resto de tertulianos y de la sociedad en general cuando interviene en programas televisivos, ya que sólo él parece estar en posesión de la verdad, ha dicho públicamente, en televisión, que sólo sus hijas son perfectas. Y no es cuestión de amor de padre, es fruto de absoluta prepotencia y de ser infinitamente pretencioso.

¿O tal vez está afectado exageradamente de narcisismo?