El ministro del Interior afirma que las tristemente famosas cuchillas de Melilla y Ceuta son «elementos de seguridad que tienen un efecto disuasorio y que provocan heridas leves». Las tres afirmaciones son absolutamente falsas si nos atenemos a los hechos que nos muestran, con lamentable frecuencia, los telediarios.

¿Se ha planteado el ministro, tan cristiano él (y por lo tanto caritativo), cuál es la motivación de esas personas privadas de los más mínimos derechos humanos y que conservan la vida como único bien?. Que saben que pronto no tendrán ni fuerzas para intentarlo. En definitiva, que su sufrimiento es tal, que no tienen nada que perder.

Por último, cuando el ministro afirma que provocan heridas leves, piensa que somos estúpidos. Creo que prefiere pasar por mentiroso, antes que por cruel y despiadado, porque sabe, de sobra, que esto también es falso. Señor Fernández Díaz, ¡libérenos de esta vergüenza! Jorge García Labajos. Valencia.