Según la Real Academia Española, ensañarse es deleitarse en causar el mayor daño y dolor posibles a quien ya no está en condiciones de defenderse. Atacar a los más débiles de los débiles. Eso es lo que consigue el copago en el sector de la discapacidad. Con este nuevo sistema que entrará en vigor el 1 de enero, asistir a un centro ocupacional significará que cada usuario deberá abonar como copago el 40 % de la capacidad económica del discapacitado menos 160 euros al mes. En resumen, si el usuario depende de la familia y no tiene ingresos, su copago es cero euros. Pero si el usuario es huérfano, cobra alguna pensión de orfandad y ha heredado algún patrimonio o alguna pensión que suponga una barbaridad de ingresos para su subsistencia de, por ejemplo, mil euros al mes, el gobierno valenciano le exigirá que abone 240 euros mensuales para poder seguir asistiendo al centro.

Excepto los que tengan suerte y mueran antes, todos los demás acabarán siendo discapacitados. Ceguera, sordera, demencia senil, Alzheimer, Parkinson€ es lo que nos espera a todos. Y el copago es para todos los servicios de las personas discapacitadas, tales como atención residencial, centros de día y noche, teleasistencia, ayuda a domicilio, viviendas tuteladas€