El político es un camaleón que adapta su discurso a cualquier situación, dándole la vuelta a las cosas. Hoy dice la señora Barberá que paraliza o ajusta el nuevo PGOU para recuperar huerta. Otra gran mentira: los inversores de los campos comprados se han quedado colgados, porque no hay posibilidad de vender viviendas y la alcaldesa se ve atacada por dos bandos diferenciados, el que tiene invertido en zona ya calificada y el que tienen huerta y pensaba que se la recalificarían.

Hace más de 10 años que el ayuntamiento o asesores inversores idearon la palabra huerto para sustituir grandes extensiones de terrenos de huerta en zona edificable con grandes edificios y huertos. Ejemplo de ello es el complejo ideado por arquitectos de renombre que pretendía ser «el nuevo modelo de barrio» con huertos y amplios espacios deportivos junto al barrio de La Torre.

Fue el proyecto más emblemático del urbanismo valenciano. 2.800 viviendas para los bolsillos menos pudientes en la nueva zona de desarrollo de Valencia. Ocho años después, sólo hay tres promociones entregadas y otras cuatro en construcción, alguna con paradas intermitentes como la del Ivvsa. En el año 2011 quedó paralizado el plan por falta de compradores. La Generalitat atribuye el estancamiento de las obras al estallido de la burbuja inmobiliaria

Gracias a ese estallido se puede presumir de que Valencia siga teniendo huerta, pues los depredadores, con el visto bueno de la corporación municipal, estaban dispuestos a realizar las mayores fechorías, dada la cantidad de zona en la que se tenía pensado realizar los famosos huertos. Enrique Fernández Iniesta. Valencia.