Conocidos los resultados en Andalucía, sospecho que el Partido Popular ya debe andar pidiendo escaleras para subir a la cruz. Siempre que hay urnas hay promesas, y a un paso de las elecciones en la Comunitat Valenciana, esta vez tocaría como eje transversal para la campaña del PPCV algo tan diferente como prometer a los valencianos y valencianas la plena felicidad social, dotando al próximo Gobierno de una conselleria comme il faut.

Ahora, a dos meses de las elecciones nos prometen soterrar el AVE en Valencia, sin plazos, ni inversión. Que la alta velocidad llegará a Castelló a finales de año. Hasta hablan de negociaciones con Madrid sobre la deuda histórica. Si ya los vemos venir, «tienen el tiempo contao y en cuanto acabe el sarao, partirán por la mañana con su pasito apurao». Cuando el amor, viene así de esta manera uno ya se ha dado cuenta. Lo que no era posible para la Comunitat Valenciana, sí lo es para Murcia y Extremadura. ¡Qué flipe! Ferran Díez Olmos. Valencia.