Algunos parlamentarios son como niños malos, pues, les dan una herramienta de trabajo y lo considera como un juguete de su propiedad, como ha pasado con los smartphone, liberándolos para hacer otros usos. El fondo de esta cuestión es que es una tentación: tantas horas sin hacer nada y por puro aburrimiento entran en sitios que solo liberándolo lo pueden hacer. Como se ha visto por televisión en ocasiones, los pocos parlamentarios que acuden les importa tan poco lo que se esta tratando que terminan haciendo lo que no tienen que hacer.

Como ciudadano solo pido que a los imputados se les mande hacer trabajos para la sociedad como hacen los ciudadanos de a pie. Reintegrar la cantidad es peccata minuta para ellos, pero mandarlos a un trabajo social, haría que todos sus compañeros se enterasen de que esta persona es un aprovechado. Enrique Fernández Iniesta. Valencia.