El PP, cuando gobierna, tiene la fea costumbre de someter los poderes del Estado al servicio del partido, esta aberrante praxis se incrementa en épocas electorales. Hemos visto como amedrantan e incluso apartan de la carrera judicial a aquellos jueces que osan investigar tramas de corrupción en las que están implicados, por el contrario aquellos que son afines son puestos al frente de las investigaciones o son utilizados para investigar, con saña, a los adversarios políticos. En ocasiones utilizan al Poder Judicial como arma arrojadiza, destapando conductas delictivas del pasado para sacar rédito o, simplemente, como venganza. En el caso de Cataluña es la deriva independentista la que ha provocado esta reacción de la Justicia siguiendo instrucciones del Gobierno. Esto significa que con el PP en el gobierno la independencia de los poderes del Estado son pura quimera y en el caso de la Justicia hay otra grave implicación, que así como destapan casos de corrupción movidos por intereses, por la misma lógica taparán otros que perjudican al Gobierno y al partido. Los españoles no nos merecemos que nos gobiernen unos señores que actúan como trileros con los principios sobre los que se sustenta toda democracia que se precie. Luis Carlos Rada Álvarez. Valencia.