Después de una dilatada vida laboral, a los pensionistas en vez de hacerles agradable la vida en sus menguadas pensiónes, Hacienda sigue infringiéndoles daño sancionándoles con impuestos sobre aquellas cuando ya no hay ninguna figura jurídica que exponga que esas personas realizan labor alguna de trabajo gravable. Sobre la famosa reserva de la caja para las pensiones, siempre he opinado que su cantidad seguro que está generando intereses acumulables a la misma, además que mayor rentabilidad sería pasar a dicha reserva las cuantías retenidas a los pensionsitas de su pensión, ya que les descuentan „aunque sigo sin entender el porqué lo hacen„ y no dirigirlo a otros pagos de los Presupuestos del Estado. Existirían en ese caso dos ingresos importantes: el de los intereses generados de las reservas y el de las cuantías detraídas de las pensiones en la declaración de renta. Entonces siempre habría un equilibrio económico en la caja de reserva para pagar las pensiones, además de los pagos por cotizaciones de los trabajadores que siguen de alta.

La forma de actuar sobre las pensi0nes gravándolas debería desaparecer y tampoco se le debería rebajar la pensión a las viudas de los pensionistas, porque con el consiguiente gravamen posterior de Hacienda se les sanciona doblemente. Y hay que tener en cuenta que los pensionistas también pagan por los medicamentos recetados. En mi opinión, toda una sanción continua a los pensionistas. Francisco Javier Sotés Gil. Valencia.