Hay por ahí unos cuantos descerebrados a los que la vida les importa un carajo, que tienen en jaque al resto del mundo. No respetan a nadie, les da igual lo que piensen los demás y para imponer sus leyes tienen a unos cuantos, a los que les han lavado el cerebro y les de igual inmolarse en nombre de Alá o de quien sea (puesto que los musulmanes ya están hartos de decir que los yihaidistas no les representan) y a los que se lleven por delante (mujeres, niños, ancianos, de su misma religión, de otra....) Como, según el jefe espiritual, se ha ganado el cielo, pues a volar por los aires. Que digo yo, que allá debe haber un experto en pegar trocitos de descerebrado inmolado.

Porqué en vez de darles un libro y cultivarles el cerebro les darán un rifle, una ametralladora o un bonito cinturón bomba... Ah, claro, es que lo primero les invita a pensar y eso no conviene. Pero no nos equivoquemos, al igual algún que otro país, también tendría que plantearse lo de cambiar petróleo por armas. Que se nos olvida que éstas no saben de padres y últimamente, apuntan a sus orígenes. Lo dicho, dejen de jugar con fuego, que nos van a quemar a todos. Jesús Clemente Ralo. Aldaia.