Hace pocos días, un asesinato de esos llamados de género causó conmoción en Llíria. A ningún listo se le ocurrió decir que está bien lamentar estos crímenes pero que también hay que manifestarse y guardar minutos de silencio por los asesinatos machistas en Tanzania o Srinagar. Cada día mueren personas en nuestros pueblos y ciudades, pero no escucho a los listos criticar que vayamos a los entierros de familiares y amigos, y no a los de esa gente que no conocemos. En España hay enterradas miles de víctimas del franquismo, y los bien nacidos deseamos que sus restos sean devueltos a sus familias, pero sigo sin escuchar a los listos echarnos en cara que no exijamos con la misma energía la búsqueda de los desaparecidos en Camboya. Hoy recordamos a los ejecutados en Francia por seres infrahumanos, pero los listos nos recuerdan otros muertos en otros sitios. Perdonen señores listos pero hablamos de dolor y de rabia, sentimientos que como el magnetismo son proporcionales a la distancia. Me gustaría optar a la santidad como ustedes, pero soy humano y esto es lo que siento. ¡Vive la France! Alfredo Alba. Marines.