Salió de la nada gracias a sus promesas de Alicia en el país de las maravillas, con lo de la pensión a los 60 años, la jornada laboral semanal de 35 horas, la pensión universal con café para todos sin haber cotizado un céntimo, y prometer que utilizaria tropecientos millones de euros para el paro, no se sabe si caídos del cielo, tampoco sabiéndose sí además contaba con el apoyo financiero de la dictadura chavista venezolana, que él y sus principales acólitos había asesorado políticamente (viéndose ahora los resultados del estado catastrófico económico y de libertad democrática en Venezuela). Como ya muchas cosas no cuelam y eso de ganar unas elecciones, con un tic tac amenazador, sólo levanta carcajadas, el tertuliano perenne de oro intenta a toda costa salir en cada foto y multiplica su asistencia con cualquier motivo, sean en programas deportivos o del corazón, en emisoras de radio y canales de televisión, dicendo cosas muy semejantes a chorradas, como lo de afirmar que con él los catalanes no querrían la independencia, para luego proclamar que haría un referéndum.

Continuando en su linea cursilera (como cuando dijo que «con Tsipras ha vuelto a salir el sol en Grecia»), ha afirrmado solemnemente tras los actos terroristas en París que la solución seria una «conferencia por la paz». Claro, en esa maravillosa conferencia, además de Iglesias, quizá también participarían su experto en finanzas, el muy presentable concejal Zapata, experto en holocaustos, algunos Truebas, Sánchez Garridos, Tardás y demás Willy Toledos. Juan Fernandez Sanchez. Stuttgart (Alemania).