Si tal como se insinúa en mi periódico, Levante-EMV, Roberto González ha sido desplazado del puesto que tan dignamente ocupaba en Ciutat Vella, mi más absoluta y sincera repulsa a quien lo haya hecho, carece de la objetividad suficiente para valorar el papel, más que brillante, que ha desempeñado hasta ahora y si es por envidias de otros o potenciales aspiraciones suyas de muestra, quien lo haya hecho que ni es competente ni merece ostentar el puesto que ocupa. Lo digo alto, claro y sin esconderme. Siempre ha atendido las peticiones de los ciudadanos, en su defensa ha desplegado toda su voluntad y si en algo ha podido influir, que lo sospecho, los comercios dedicados a hostelería con sus terrazas que colocan y quitan cuando les viene en gana, les digo que son unos caciques.

Mi petición, si en algo ha influido, al actual gobierno Municipal, es que tomen en consideración mi solicitud de poner en valor una profunda reflexión de tal decisión y reconsiderarla ya que solo cabe atribuirla a las múltiples labores a realizar puesto que quien trabaja se puede equivocar. Mi felicitación y mi gratitud por atendernos a quienes lo hemos solicitado sin que obtuviese favor alguno, ha realizado una labor impecable y por ello solicito personalmente no solo una corrección a la decisión tomada sino un estudio encaminado al nombramiento de Gonzalez Cachorro como Intendente General de esta ciudad.

Ha tratado siempre de posicionarse de forma neutral para beneficiar a todos, para compaginar el derecho al ocio y al descanso porque los ciudadanos, pese a que a algunos hosteleros les parezca extraño, tenemos derecho al descanso, exactamente el mismo que algunos reclaman cuando cierran sus bares y van a sus domicilios. Angel Más Raga. Valencia.