Tras la ola de agresiones sexuales y robos a mujeres ocurridos en la pasada noche del 31 de siciembre en Colonia y otras ciudades alemanas, me viene a la memoria unas declaraciones realizadas hace unos meses por el Cardenal Cañizares en las que se preguntaba si «esta invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio» . Qué razón tenía, no se equivocaba, no. El hombre recibió muchísimas críticas, hasta de la misma Iglesia, e incluso se le ha acusado de un presunto delito de incitación al odio. Creo que muchos deberían pedirle disculpas y reconocer que, al menos en esta ocasión, no iba mal encaminado. Armando Azulay Tapiero Valencia