En el episodio de Los Simpson, Al filo del panfleto capitulo 22 de la temporada 15, Lisa publica su propio periódico para hacer la competencia al Sr. Burns, que monopoliza los medios de comunicación. Cuando veo, escucho y leo la cantidad de ideas que se transmiten a través de los lodazales sociales, recuerdo el mensaje final de esta historia y que se resume en que, si bien antes los medios de comunicación estaban dominados por unos pocos tiranos, ahora millones de locos difunden sus absurdas ideas a través de las redes. Pero si esta propagación de pensamientos más mal que bien estructurados, es perdonable a los espectadores, no así a los actores y concretamente a esos que en estos días representan La merienda de los idiotas en el Congreso de los Diputados. Dicha obra me está costando más de entender que un relato de Alfred Jarry, el padre de la patafísica, y no por el idioma zarrapastrés en el que están escritos sus guiones, sino por la ausencia total de elegancia en el planteamiento de ideas. El divulgador Brian Greene tituló su libro sobre la teoría de cuerdas como El universo elegante, y de todas las profundas teorías políticas que se debaten en las ágoras anexas al Congreso, y de las maneras de explicarlas, sólo se me ocurre un título para la obra: El universo zarrapastroso. La teniente Ripley en Alien de James Cameron, expresa su asombro ante la estupidez de los marines preguntando si el coeficiente intelectual había bajado mientras permanecía en hibernación. Creo que los votantes hemos permanecido demasiado tiempo en hibernación, y al despertar a la política nos hemos encontrado con una escena similar a la final de El planeta de los simios. Alfredo Alba Marín Valencia