España debe conseguir en aras de su estabilidad política y económica, un gran pacto de Estado entre el PP, PSOE y Ciudadanos. Debemos reflexionar y recordar que en 1977, personajes tan diferentes como Manuel Fraga, Santiago Carrillo, Felipe González y Adolfo Suárez, fueron capaces de aparcar lo que les separaba para centrarse en lo que verdaderamente les unía, conseguir la democracia, la Constitución y la reconciliación.

En la actual situación histórica, como entonces, es necesario pensar más en España y en los ciudadanos, que en las siglas, por lo que urge, que los partidos constitucionalistas dialoguen para llegar a un acuerdo de legislatura. Lo más importante no es tanto quien presida el gobierno, aunque por lógica aritmética parlamentaria, debe corresponder a la lista más votada, y por tanto, sea investido Presidente, Mariano Rajoy.

Lo esencial es un gran pacto de Estado, en donde la negociación y el reparto de carteras ministeriales ponga en el centro a los españoles por encima de posiciones partidistas. Un pacto a la alemana entre el centro-derecha y los socialdemócratas, con Albert Rivera, como líder de la formación liberal, es la mejor solución para nuestro país, respetando las posturas de aquellas otras formaciones políticas que aporten estabilidad y bienestar. Javier Bernat Silvestre. Bocairent