Una de las mejores cosa que tenemos los españoles es el refranero. Vivimos un panorama político que desde el 23F no había pasado por la incertidumbre que se está creando. Ninguno de nuestros políticos de turno quiere oír la palabra rectificar ni escuchar al otro. La única verdad es la del partido de cada cual y pensando en el refranero, «yo tuerto pero tú ciego». Y así nos van las cosas por no escuchar.

Todo esto es debido a la falta de políticos de altura como los que tuvimos en el pasado, aunque tampoco nos gustaban. Y si creen que no es así miren atrás. Ojalá yo sea el equivocado. Los que votamos tendremos que reflexionar nuestra forma de votar por simpatía, sin para a pensar si a quien antes voté lo hizo bien o mal, si cumplió su programa electoral, si no corrigió la corrupción de su partido si la hubo... porque de ser así, nosotros también tenemos parte de culpa de este mal. Enrique Baixauli Ferrer. Sedaví.