Por desgracia, todos los días, en los medios de comunicación, se repiten las informaciones sobre casos de violencia de género. Hace unos días, metieron en el calabozo a unos titiriteros porque, según los jueces, hicieron una barbaridad. Yo en eso no me meto, porque no tengo ni remota idea sobre leyes, pero lo que me ha caído como una losa es la gracia del abogado cuñado de Rita Barberá.

No tengo el gusto de conocerle, pero visto lo visto, buena tarjeta de visita tiene. ¿No le dará vergüenza lo dicho ante las cámaras sobre su mujer? No sé si tienen hijos, pero si fuera mi padre le pondría las peras al cuarto, porque no hay derecho que este personaje dijera que «si me entero de que mi mujer da mil euros al PP, la corro a bofetadas».

Qué bonito, ni licencias, ni gaitas. Espero que el Colegio de Abogados le ponga el correctivo que merece, porque, para mí, esto es apología de la violecia. A ver si nos vamos enterando, no hay nadie que tenga potestad para decir eso de nadie, sea o no tu mujer. Parece mentira que haya personas con esa forma de pensar, y mucho menos un letrado que, se supone, debe saber algo de leyes. Jesús Clement Ralo. Aldaia