Soy una mujer casada con cuatro hijos militante del Partido Popular desde hace más de 20 años. Después de mucho pensar y tras el rosario de acusaciones e imputaciones que recaen a diario sobre el partido, alzo mi voz y pongo de manifiesto mi más absoluto rechazo. No se puede ni se debe generalizar: el PP no es corrupto, sino las personas que escondidas detrás de estas siglas han hecho lo que les ha dado la gana con el único fin de enriquecerse.

Como militante me pregunto si pensaron que estos actos nunca verían la luz. ¿Pensaron que su blindaje les protegería siempre? Esta situación me provoca mucha tristeza y asco. ¡Qué vergüenza! Muchas de estas personas nos llevaban a la plaza de toros y nos daban lecciones de honestidad, principios y del valor del esfuerzo y miles de personas como yo que allí nos encontrábamos aplaudíamos como si no hubiera un mañana. ¡Cuánto daño han hecho al PP y a tantos alcaldes y concejales que han trabajado con el único fin de mejorar la vida del ciudadano! Porque dentro de este partido asumieron sus cargos desde la responsabilidad y el conocimiento de estar y trabajar al servicio del ciudadano y esa fue su única hoja de ruta.

Por todas estas personas y por el PP, desde la militancia tenemos que decir y decimos ¡basta ya! Nosotros somos los que sostenemos a todos y cada uno que en ascendente van formando una gran pirámide. Que las bases del partido, a partir de ya, tengamos más voz y voto. Se acabaron las cabotadas y las imposiciones.

Hay dos tipos de personas: las que eligen la comodidad y miran para otro lado y las que eligen la dificultad e intentan cambiar las cosas. Yo soy de las que prefieren bajar a la arena mientras que otros se quedan en el burladero. No es mi intención cambiar de partido, sino limpiarlo y que decida la militancia quién y cómo nos representan.

Alzo la voz pidiendo que se pongan en marcha unas primarias. No busco en un político grandes estudios, sino grandes principios éticos y morales. Nos vamos a movilizar, ya lo estamos haciendo,vamos a regenerar el partido sí o sí y a todos aquellos que quieran seguir blindados en sus cargos, decirles que lo disfruten mientras puedan porque en éste, como en otros partidos, la militancia es soberana. Cristina Capella. Valencia