La situación actual de España no es buena, sin gobierno definido, inmersos en una crisis que nos está ahogando cada día un poco más. Pero eso no es lo suficientemente grave, ya que una de las máximas preocupaciones de nuestros queridísimos políticos es el daño que puede suponer para la sociedad que Congreso de los Diputados está en masculino y no abarca el genero femenino, no vaya a ser que las mujeres nos sintamos insultadas porque no tenemos representación en el nombre de un edificio. ¿Pero no nos tenemos que sentir más insultadas cuando muchos de los medicamentos expresamente para nosotras sean de pago? ¿Cuando todos los meses nos tenemos que gastar un dinero en productos de «higiene íntima» con impuesto de lujo?

No, en esas situaciones no importa, no nos podemos sentir menospreciadas o ignoradas.

¿Por qué tenemos que pagar por cubrir necesidades básicas que los hombres no tienen? La respuesta es muy sencilla: porque en vez de preocuparnos por asuntos realmente importantes que cambiaran de verdad las cosas, preferimos centrar nuestra atención en cambiar los nombres a los edificios y ponerles falditas a los semáforos como medida de igualdad. ¡Lo estáis haciendo realmente bien! Anais Albertos. Valencia.