¿Qué le ocurre a nuestra querida Europa? ¿Acaso es demasiado vieja y débil y ya no puede defender y luchar con todas las fuerzas de que dispone para dar cobijo y defender a unos pobres seres que huyen de sus países por la guerra y que, junto con sus familias y cuyos niños, muchos niños que lloran de un modo que oprime el corazón de todos aquellos que observan su miedo ¡Miedo! Terror, diría yo, ante el panorama que tienen frente a ellos: Vallas que frenan su paso, hambre, frio, desamparo al ver como la policía les pega sin piedad para que no pasen, personas igual que ellos que los gasean sin conciencia y sin que se levante una voz firme en toda Europa para acabar con todas estas injusticias que avergüenzan y vejan a nuestro entrañable continente.

Algo, sin embargo, ha empezado a funcionar de un modo sencillo pero contundente que debe haber puesto de mal talante a algunos componentes de la U.E. Y ello se debe a la actuación de unos seres sencillos: de unos payasos que en Idomeni han sacado los colores a las personas dirigentes que pueden, si quieren de una vez por todas, acabar con estos desmanes e injusticias. Si no saben cómo lograrlo, que se pongan en comunicación con todas las naciones de Europa y verán como hay soluciones. Concretamente en Valencia tenemos preparado un barco para poner de inmediato al servicio de la gente que huye del hambre, el horror y la muerte. Enrique Sanvalero Sahuquillo. Valencia