Este nuestro país singular y distinto, peculiar, podríamos decir, en el que los recortes se hicieron de abajo arriba, privando de salarios sociales y de rescate a quienes más lo necesitaban, va perfilándose muy diferente a otros (la mayoría) de los países de la Unión... Aquí, el más tonto hace relojes de madera, los vende como auténticos relojes suizos y... ¡funcionan! El fraude está aceptado en la economía (sumergida o no), el engaño en la política, más que democrática, partitocrática, donde las cúpulas de los partidos parecen más clanes para conseguir el poder y gobernar para que unas minorías instaladas desde épocas pretéritas sigan gozando de los privilegios de siempre (que hay que conservar y proteger en contra de los intereses de la mayoría de los ciudadanos). Ya que el ajuste se hizo de abajo-arriba, sería justo y necesario que la fumigación para desinfectar y desinsectar la sociedad, sea de arriba-abajo. Francisco López Cordón. Valencia.