En un Estado de Derecho como en el que nos encontramos, España, es una vergüenza, una burla y un insulto al pueblo, que un expresidente del Gobierno, como lo es José María Aznar, que ha defraudado (¡presuntamente, por favor!) a la Hacienda pública española, esté más ocupado en querellarse contra la misma por, al parecer, haber filtrado su delito, que en pedir perdón a la ciudadanía por haber intentado engañarla, por haberle robado si no le hubiesen pillado. Que quien fue presidente del Gobierno haya defraudado al fisco del país que dirigió durante dos legislaturas no salga a pedir públicamente perdón por ello, supone haber perdido toda la dignidad posible si es que algo de ella tuvo en algún momento. ¡Una verdadera vergüenza sin antecedentes en España en nuestra reciente, pero ya crecida, democracia, lo es José María Aznar, quien ya no es acreedor ni a anteponer el tratamiento de señor a su nombre! Antonio Giménez López. Torrent.