Ya hace más de cuatro meses que los españoles votamos para elegir un nuevo Gobierno y aún más que los catalanes optaron por las agrupaciones políticas que son partidarias de la independencia. Unos y otros seguimos a la espera, indignados por la parálisis relacional que sufren los líderes de los principales partidos. Porque, ¿qué pasará si los resultados se repiten el próximo 26 de junio? ¿Dimitirán si se ven incapaces de entablar acuerdos unos con otros o seguiremos así, elección tras elección, hasta que alguno se caiga del caballo?

Pero no nos desviemos del tema central de este escrito y miremos hacia delante, pues llegó la primavera, la feria de abril y... ¡el día del libro! Y este es el día, también el de San Jorge, que a uno le gustaría ser catalán, vivir en Cataluña, y no porque le encantaría que le regalasen una rosa y un libro, que también. Este es el día que tengo tiempo para escribir estas líneas con música de fondo y con toda la iluminación en marcha...

Pues sí, hoy anhelo Cataluña y envidio a los catalanes que en masa han salido de sus casas para inundar los corazones de sus seres queridos de perfume y esperanzas vividas. Y sí, sigo escribiendo sin interrupción mientras veo pasar a unos pocos viandantes por la puerta de mi librería... ¡Otro año será! Jesús Asensi Vendrell. Algemesí.