Escuchando a un alto cargo del PP recalcar que eran el partido más votado (dato indiscutible), me surgieron algunas preguntas: ¿Qué pasaría si al votar hubiese otra urna en la que pudiésemos decir que partido no queremos que gobierne? Podría ocurrir que incluyendo este voto, el partido más votado, lo fuese en las dos opciones. ¿Y si los votos en contra superan a los votos a favor? ¿Sería legítimo que un partido gobernase con esta circunstancia? Si estos votos restasen, ¿cómo quedaría el reparto de escaños? Bromas aparte (o no), con el panorama político que tenemos, y con el TTIP llamando a la puerta, quiero desear mucha suerte a la gente de bien, y mucho ánimo para no dejarnos arrastrar por la corriente, y hacer lo que esté en nuestras manos por mejorar este mundo. Enrique Galán Bernardino. Burjassot.