El pasado día 19, leí en cartas al director un texto de Jesús Asensi Vendrell. El texto en cuestión se titulaba «Asesinato demográfico». El firmante aseguraba que nos encaminamos a unas nuevas elecciones sin saber a quién votar, porque ningún partido explica cómo piensa abordar la crisis de natalidad. Es cierto. Vamos camino de nuevas elecciones, con los mismos candidatos de las anteriores, y no sabemos a quién votar. Ahora bien, la crisis de natalidad no tiene nada que ver con ninguna ley del aborto, como sostiene Jesús Asensi.

La crisis de natalidad tiene que ver con que las madres trabajadoras españolas sufren la peor legislación de toda Europa en materia de protección de la maternidad. ¿Cree el señor Asensi que 16 semanas de permiso maternal es tiempo suficiente para que una madre pueda criar a un hijo recién nacido? Sólo las funcionarias pueden pedir una excedencia, eso sí, perdiendo el sueldo, tan necesario cuando hay un hijo más en casa, y el derecho al permiso de lactancia («para eso se quedan en casa», debe pensar el legislador.) En esas condiciones, la excedencia no es ninguna bicoca. En fin, también en materia de maternidad han venido los recortes.

Las trabajadoras en general no se arriesgan a tener hijos, sobre todo si desempeñan tareas de responsabilidad; puede que se encuentren, cuando se reincorporen al trabajo, con que un hombre ha ocupado su sillón o su puesto laboral. En 2015 descendieron bastante los abortos en España. Por tanto, si no nacen más niños es por una razón simple: a los gobernantes no les importan ni las madres, ni los niños, ni quiénes van a pagar las pensiones de los trabajadores en un futuro. Mª Carmen Muñoz Iborra. Xàtiva.