No acabo de entender el tipo de libertad que algunos defienden solamente en pro de sus intereses, olvidando los intereses de los demás. Me refiero a la libertad de los padres para poder elegir el centro educativo y el tipo de educación y formación que desean para sus hijos. Este es un derecho inalienable. Los padres son quienes deben decidir qué tipo de educación

han de recibir sus hijos. Pero si se cierran unidades en algunos colegios o se suprimen algunas de ellas, entonces el derecho ya no se puede ejercer. Y en nombre de las mayorías o de otras razones se impide a los padres ejercer ese derecho.

Libertad no es solo una palabra, es un valor grande, pero se han de poder dar las condiciones para ejercerlo. Estoy a favor de la enseñanza concertada, pues el Estado tiene un papel subordinado a la familia, y no al revés. Las familias deberían poder elegir qué formación dar a los hijos. Y la Administración debería colaborar en esta tarea. Si no, no hay libertad real. José Vicente Martínez. Alberic