Leo en este diario que uno de los mayores obstáculos para una confluencia de Podemos e Izquierda Unida de cara a las próximas elecciones es el nombre que se le daría a dicha coalición o las siglas que deberían aparecer en la papeleta. No sé si los señores Garzón e Iglesias llegarán a leer esta humilde carta, pero me gustaría comunicarles „de parte de un joven de 34 años que ha votado toda su vida a partidos de izquierda y siempre ha tenido la sensación de tirar el voto a la basura„ que sería de agradecer que dejaran sus egos aparcados por un breve instante; que dejaran de escuchar a la vieja guardia de un partido que sigue viviendo en los años de la transición (en el caso del primero), que abandonaran la idea de alcanzar el ansiado sorpasso a todos aquellos partidos que no surfean en la cresta de su ola mediática (en el caso del segundo) y que, por una vez, pensaran en los 6.100.000 votantes de izquierdas que les dieron su apoyo el pasado 20D y que, de haber unido sus fuerzas, habrían logrado ya el tan ansiado cambio de paradigma político en nuestro país.

Porque estoy seguro de que dicha confluencia conseguiría, además, acercar posturas con otros tantos partidos de izquierdas regionales que, por fin, verían atendidas un sinfín de demandas continuamente ignoradas por la derecha española a lo largo de la historia reciente y no tan reciente. Mi propuesta para la papeleta: Podemos-IU o IU-Podemos. El orden se puede decidir con el lanzamiento de una moneda. Carlos Pacheco Alfonso. Valencia