Esto es lo que ha dicho una señora y no se le ha atragantado la lengua. Cómo se ve que a ella, cuando llega la hora de sentarse a la mesa, no le faltan manjares que llevarse a la boca, boutiques para comprarse modelitos y joyerías para llenarse el cuerpo de collares y anillos.

Señora, lo difícil es que un padre que esté en paro consiga que sus hijos no pasen penurias,. Difícil es conseguir que no le corten la luz o el agua por falta de pago. Difícil es tragarse el orgullo e ir a los roperos a conseguir ropa para poder tapar las vergüenzas por no tener un euro para comprarla, o tener que ir a un comedor social por no tener ni qué comer. Eso sí es difícil.

Ya me gustaría ver cuán difícil le sería ser rico si tuviese que rebuscar en un contenedor para encontrar algo que llevarse a la boca, o viviesen en un barrio donde esa estampa la viesen casi a diario Qué vergüenza ajena da leer cosas como ésa. Qué lejos viven de la realidad.

Siga atándose a los árboles doña Tita, porque para decir sandeces como éstas, mejor la dejamos salvando árboles... Eso sí, ya que se declara rica, no se moleste en pedir ninguna subvención más, que a los pobres nos molesta mucho que los ricos nos intenten tomar el pelo. Jesús Clemente Ralo. Alboraia.