Las corridas de toros son una crueldad que gente sin moral ni empatía lleva a cabo. Tan solo tengo 16 años y me considero lo suficientemente adulta como para distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Me da vergüenza decir que soy de España, pen-

sando que mi país es conocido por los toros.

No me explico cómo la gente no tiene un poco de alma o corazón para ponerse en el sitio de esos pobres e indefensos animales. Porque sí genera mucho dinero, ¿pero si matar a gente generara dinero, seguiríamos matándola? No, porque está socialmente mal visto. ¿Saben lo que les hacen a los toros antes de salir a una corrida? Los tienen 24 horas encerrados en una habitación a oscuras, drogados para que cuando salgan a la plaza el torero tenga las mínimas probabilidades de salir herido o morir.

Y porque, como dice mi prima, en realidad no es una plaza de toros es una plaza de cobardes. Es una tradición que solo acabará en abolición. Inés Peris Perales. Vallada.